Los Reyes Magos
Los Reyes Magos son los personajes que procedentes de Oriente adoraron a Jesús a los pocos días de la Natividad y le ofrecieron sus dones: oro, incienso y mirra. La única fuente canónica que cita esta escena está en el Evangelio de San Mateo 2, 1-12, que dice que son unos magos de Oriente, en ningún momento dice el número de estos, ni sus nombres, ni mucho menos que sean reyes. Se convertirán en reyes en la Edad Media aunque el proceso viene desde el siglo II-III con Tertuliano. El evangelio apócrifo del Pseudo Mateo, c. 200, cuenta también la escena y en el muy tardío y extraño Evangelio armenio de la infancia del siglo VI, aparecen los nombres y es narrada la escena con gran cantidad de detalles que sirvieron para un tipo de representaciones que usaron los artistas hasta el menos el siglo XVII.
Los Reyes Magos, o Magos si nos atenemos al inicio del relato y las representaciones, simbolizan la universalidad de la redención extendida a todos los pueblos de la tierra más allá de los judíos. En la época del nacimiento de Jesús, Oriente, lo que estaba más allá de Palestina era el Imperio Parto, persas, gobernado por la dinastía Arsácida, y enemigo del Imperio Romano. Magos es el nombre que se daba a los sacerdotes de la religión zoroástrica, un monoteísmo el más antiguo del mundo con fieles aún hoy, así que los Magos serán representados en los primeros siglos como persas, a partir del siglo III ya está el Imperio Persa Sasánida. Más allá del Imperio Persa estaban las lejanas India y China con las que el Imperio Romano tenía relaciones comerciales. Oriente es un concepto geográfico muy extenso para la época y abarcaba casi todo el mundo conocido y desconocido.
Dado que los dones son tres, una tradición antigua los convirtió en tres personajes diferentes y también los asimiló con las edades de la vida, representando la juventud, la madurez y la vejez.
Aunque la tradición venía de antiguo, del Evangelio armenio de la infancia, hacia el final de la Edad Media representan el mundo conocido en ese momento, a punto de cambiar para siempre en 1492. Los reyes magos representarían a los tres continentes conocidos: Europa, Asia y África, y uno de los reyes, Baltasar, se representa de raza negra.
Calendario y patronaje
La fiesta de los Reyes Magos, una de las cuatro Epifanías del calendario litúrgico, se celebra el 6 de enero
Los Reyes Magos son los patronos de los viajeros y los peregrinos.
Desde el siglo XIII la catedral de Colonia, Alemania, tiene sus reliquias.
Fuentes
Nuevo Testamento, Evangelios Canónicos, Mateo 2, 1-12
Habiendo nacido Jesús en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando: «¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo». Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó y toda Jerusalén con él; convocó a los sumos sacerdotes y a los escribas del país, y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías. Ellos le contestaron: «En Belén de Judea, porque así lo ha escrito el profeta: “Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres ni mucho menos la última de las poblaciones de Judá, pues de ti saldrá un jefe que pastoreará a mi pueblo Israel”». Entonces Herodes llamó en secreto a los magos para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén, diciéndoles: «Id y averiguad cuidadosamente qué hay del niño y, cuando lo encontréis, avisadme, para ir yo también a adorarlo». Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino y, de pronto, la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Y habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, se retiraron a su tierra por otro camino.
En la fuente canónica ya tenemos, la procedencia, Oriente y magos, la estrella que indica el lugar de nacimiento, y el peligro que supone el rey Herodes para el Niño.
Evangelios Apócrifos
Evangelio de Pseudo Mateo, hacia el 200
XVI 1. Y, transcurridos dos años, vinieron de Oriente a Jerusalén unos magos, que traían consigo grandes ofrendas, y que interrogaron a los judíos, diciéndoles: ¿Dónde está el rey que os ha nacido? Porque hemos visto su estrella en Oriente, y venimos a adorarlo. Y la nueva llegó al rey Herodes, y lo asustó tanto, que consultó a los escribas, a los fariseos y a los doctores del pueblo para saber por ellos dónde habían anunciado los profetas que debía nacer el Cristo. Y ellos respondieron: En Bethlehem de Judea. Porque está escrito: Y tu, Bethlehem, tierra de Judá, no eres la menor entre las ciudades de Judá, porque de ti debe salir el jefe que regirá a Israel, mi pueblo. Entonces el rey Herodes llamó a los magos, e inquirió de ellos el tiempo en que la estrella había aparecido. Y los envió a Bethlehem, diciéndoles: Id, e informaos exactamente del niño, y, cuando lo hayáis encontrado, anunciádmelo, a fin de que yo también lo adore.
2. Y, al dirigirse los magos a Bethlehem, la estrella les apareció en el camino, como para servirles de guía, hasta que llegaron adonde estaba el niño. Y los magos, al divisar la estrella, se llenaron de alegría, y, entrando en su casa, vieron al niño Jesús, que reposaba en el seno de su madre. Entonces descubrieron sus tesoros, e hicieron a María y a José muy ricos presentes. Al niño mismo cada uno le ofreció una pieza de oro. Después, uno ofreció oro, otro incienso y otro mirra. Y, como quisieran volver a Herodes, un ángel les advirtió en sueños que no hiciesen tal. Adoraron, pues, al niño con alegría extrema, y volvieron a su país por otro camino.
Este texto tiene la particularidad de colocar la escena de la adoración dos años después del nacimiento. Muchas representaciones medievales representan a Jesús no como un bebé recién nacido sino como un niño más mayor. Pero hay que tener en cuenta que el arte medieval, especialmente el románico no tiene nada de naturalista.
Evangelio armenio de la infancia, hacia el siglo VI
XI 1. Y José y María continuaron con el niño en la caverna, a escondidas y sin mostrarse en público, para que nadie supiese nada. Pero al cabo de tres días, es decir. el 23 de tébeth, que es el 9 de enero, he aquí que los magos de Oriente, que habían salido de su país hacía nueve meses, y que llevaban consigo un ejército numeroso, llegaron a la ciudad de Jerusalén. El primero era Melkon, rey de los persas; el segundo, Gaspar, rey de los indios; y el tercero, Baltasar, rey de los árabes. Y los jefes de su ejército, investidos del mando general, eran en número de doce. Las tropas de caballería que los acompañaban, sumaban doce mil hombres, cuatro mil de cada reino. Y todos habían llegado, por orden de Dios, de la tierra de los magos, su patria, situada en las regiones de Oriente. Porque, como ya hemos referido, tan pronto el ángel hubo anunciado a la Virgen María su futura maternidad, marchó, llevado por el Espíritu Santo, a advertir a los reyes que fuesen a adorar al niño recién nacido. Y ellos, habiendo tomado su decisión, se reunieron en un mismo sitio, y la estrella que los precedía, los condujo, con sus tropas, a la ciudad de Jerusalén, después de nueve meses de viaje.
2. Y acamparon en los alrededores de la ciudad, donde permanecieron tres días, con los príncipes de sus reinos respectivos. Aunque fuesen hermanos e hijos de un mismo padre, ejércitos de lenguas y nacionalidades diversas caminaban en su séquito. El primer rey, Melkon, aportaba, como presentes, mirra, áloe, muselina, púrpura, cintas de lino, y también los libros escritos y sellados por el dedo de Dios. El segundo rey, Gaspar, aportaba, en honor del niño, nardo, cinamomo, canela e incienso. Y el tercer rey, Baltasar, traía consigo oro, plata, piedras preciosas, perlas finas y zafiros de gran precio.
En este texto aparecen los nombres: Melkon, Gaspar y Baltasar y de los lugares de los que eran reyes. Aparece una multitud de servidores y aparte de oro, incienso y mirra, gran cantidad de otros presentes de gran riqueza. Basándose en este texto los artistas del gótico internacional, del renacimiento y del barroco elaborarán escenas con gran cantidad de personajes y riquezas.
Otras fuentes:
Tertuliano (160-230) los convierte en reyes partiendo de:
- Salmos 77, 30
A tu templo de Jerusalén | traigan los reyes su tributo.
- Salmos 71, 10-11
Los reyes de Tarsis y de las islas | le paguen tributo. | Los reyes de Saba y de Arabia | le ofrezcan sus dones; póstrense ante él todos los reyes, | y sírvanle todos los pueblos.
- Isaías 60, 3
Caminarán los pueblos a tu luz, | los reyes al resplandor de tu aurora.
Leyenda Dorada
Capitulo 14. Es un capitulo muy largo y no hay texto online. Santiago de la Vorágine, La leyenda dorada, 1; páginas 91-97, Alianza Editorial 1995
Simbolismo
Los dones:
- Oro: símbolo de realeza I Re 10,10, la Reina de Saba llega a Jerusalén y ofrece a Salomón: «Ofreció al rey ciento veinte talentos de oro y gran cantidad de esencias perfumadas y piedras preciosas.»
- Incienso: símbolo de divinidad, Lev 2, 1-2: «Cuando alguien ofrezca al Señor una oblación vegetal, su ofrenda consistirá en flor de harina; derramará aceite sobre ella y le pondrá incienso. La presentará a los sacerdotes hijos de Aarón; tomará un puñado de la harina con el aceite y todo el incienso; y el sacerdote lo quemará sobre el altar como memorial, oblación de suavísimo aroma que aplaca al Señor«.
- Mirra: símbolo de humanidad y mortalidad, pues es una resina perfumada que se utilizaba para ungir a los muertos, Lc 23,56 las mujeres que van a preparar el cuerpo de Jesús ya muerto: Al regresar, prepararon aromas y mirra.
Los personajes:
- Melchor: Es el portador del oro. Representa la edad anciana, con cabellos y barba blanca y al continente europeo. Es el primero que se acerca de rodillas adorando al Niño.
- Gaspar: Es el portador del incienso. Representa la edad madura como un hombre barbado de mediana edad entre los 30 y 40 años. Representa al continente asiático. Está de pie esperando detrás de Melchor.
- Baltasar: Es el portador de la mirra. Representa la juventud, como un joven lampiño. Cuando represente al final de la Edad Media al continente africano tendrá la piel negra, pero seguirá siendo el joven. Espera de pie detrás de Gaspar.
Representaciones en la Antigüedad Tardía
El tema de la Adoración de los Magos aparece muy pronto en el arte paleocristiano, en las pinturas de la catacumbas y en relieves de sarcófagos. En un principio es una escena unida a la de la Natividad, en el siglo IV empezará a ser representada de forma separada.
Sarcófago paleocristiano del siglo IV, Museo Pio Clementino, Vaticano. Imagen propia
La Virgen María con el Niño está sentada en una silla romana de mimbre, silla que usaban las mujeres, y el Niño recibe los dones de tres personajes bastante jóvenes vestidos como persas, con el gorro frigio, la túnica corta y pantalones. La actitud de los Magos es igual que la representación de los pueblos vencidos que ofrecían sus regalos al emperador romano.

Los Magos están representados como persas del Imperio Sasánida y ya aparecen las diferentes edades y los nombres de Melchior (Melchor), que aquí es el más joven, Gaspar, que es el anciano y está en primer lugar, y Balthasar (Baltasar) que es el hombre de mediana edad y está el tercero.
La escena en el conjunto
Los Magos ofrecen los dones a la Virgen María con el Niño entronizada entre ángeles.
Representaciones medievales
Los Magos ya se han convertidos en Reyes Magos, portan manto y corona.
Románico

El sueño de los Reyes Magos advertidos por el ángel que no vuelvan a ver al rey Herodes en la catedral de Saint Lazàre de Autun (Francia)
Gótico
En el siglo XIII aparece la representación en que el rey más anciano, Melchor se arrodilla ante el Niño y los otros dos esperan en pie por orden edad.

Gótico internacional

La escena representada por Gentile da Fabriano, se une con aspectos de la de la Natividad, aparecen las dos parteras detrás de la Virgen, la riqueza y el abigarramiento proceden del Evangelio armenio de la infancia. Todavía los Reyes Magos no representan, al menos claramente, los tres continentes conocidos, Baltasar es un joven rubio.
Primitivos flamencos

Setenta años más tarde que Gentile da Fabriano, cuando ya hace dos años que se ha descubierto América, el Bosco representa la escena en un pobre cobertizo casi en ruinas, con inquietantes personajes que aparecen el el interior, y aquí si que Baltasar, vestido de blanco, representa tanto la juventud como al continente africano. Esta obra merece un comentario sólo para ella.
La obra de cabecera, Adoración de los Magos de Hans Memling, en el Museo del Prado también recoge el mismo esquema de las tres edades y los tres continentes.
Renacimiento

Botticelli pone la escena en un edificio clásico en ruinas, símbolo de la superación del paganismo, pero los Reyes Magos simbolizan las edades pero no los continentes. La cantidad de personajes nos remite de nuevo al Evangelio armenio de la infancia.
Barroco
En el barroco se supone que siguiendo las directrices sobre las imágenes del Concilio de Trento se tendría que simplificar el tema a lo esencial y no salirse del Evangelio de San Mateo, pero como podemos ver no siempre era así…, o había que ser un pintor del prestigio de Rubens para saltárselo.

La escena pintada por Rubens en 1609 y luego retocada años más tarde en Madrid, parece ser la representación más fiel del Evangelio armenio de la infancia. Aquí es Gaspar quien se arrodilla ante el Niño, y Baltasar, de raza negra, va ricamente vestido de árabe.
Unos años más tarde el joven Diego Velázquez en sus inicios naturalistas sevillanos pintará una escena muy diferente.

La escena, muy sencilla, nocturna con un fondo de paisaje, parece ser un «retrato a lo divino», un retrato de la propia familia de Velázquez. A la Virgen María le presta sus rasgos Juana Pacheco, la esposa de Velázquez con la que se había casado el años anterior. El Niño Jesús sería Francisca, la primera hija de Velázquez. Tenemos las tres edades: el rey de más edad, Melchor, tiene los rasgos de Francisco Pacheco, maestro y suegro de Velázquez, Gaspar sería el propio Diego Velázquez, aunque no hay autorretratos seguros de Velázquez en su juventud, en esta fecha tenía 21 años. Baltasar el rey negro sería un esclavo o sirviente de a casa, suya o de Francisco Pacheco.
Los textos de la Biblia proceden de la Biblia de la Conferencia Episcopal Española. Los demás están enlazados a su web.
Die heiligen drei Könige aus Morgenland Op. 56.6 – Los tres Reyes Magos de Oriente
Richard Strauss (1864 – 1949) – Heinrich Heine (1797 – 1856)
Die heil’gen drei Kön’ge aus Morgenland, / Los tres Reyes Magos de Oriente
Sie frugen in jedem Städtchen: / preguntaban esto en cada pueblecito:
«Wo geht der Weg nach Bethlehem, / ¿Por dónde se va a Belén,
ihr lieben Buben und Mädchen?» / queridos muchachos y muchachas?»
Die Jungen und Alten, sie wußten’s nicht, / Ni jóvenes ni viejos lo sabían,
Die Könige zogen weiter; / por lo que los Reyes reanudaban su camino.
Sie folgten einem goldenen Stern, / Ellos seguían una estrella dorada,
Der leuchtete lieblich und heiter. / que brillaba linda y serena.
Der Stern blieb stehn über Josephs Haus, / La estrella se detuvo sobre la casa de José,
Da sind sie hineingegangen; / en la que ellos entraron.
Das Öchslein brüllte, das Kindlein schrie, / El buey mugía, el Niño chillaba,
Die heiligen drei Könige sangen. / y los tres Reyes Magos cantaban.
Traducción procedente de Kareol
Que los Reyes Magos os hayan traído muchos regalos y sobre todo ventura para el año que comienza.
Bella narración y excelentes retratos, todo arte.
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Gracias Volfredo. Me habría gustado poner algunas imágenes más, pero publicándose el Día de Reyes, de momento se queda como está.
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La presentación quedó excelente, me gustó muchísimo, seguiré al tanto de tus publicaciones, gracias
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