En el reinado de Alfonso II de Asturias, hacia en el 813 se descubren los restos del Apóstol Santiago el Mayor en un mausoleo paleocristiano del siglo I d.C. En el año 830 se contruye la primera basílica, ampliada en el reinado de Alfonso III en el año 872. Esta primitiva iglesia prerrománica es destruida por Almanzor en el 997, sus campanas son llevadas a Córdoba para serivir como lámparas de la mezquita. La iglesia es reconstruida en el año 1000.
En 1075 el obispo Diego Pelaez, durante el reinado de Alfonso VI de León y Castilla propone la construcción de un templo mucho más grande en el estilo románico. Los primeros arquitectos fueron los maestros Bernardo el Viejo y Roberto. En 1090 el obispo Diego Gelmírez retoma las obras con el Maestro Esteban.
La obra continua con otros maestros hasta que en 1168 Fernando II de León encarga al Maestro Mateo la terminación de la catedral. el Maestro Mateo es reponsable también de la escultura del Portico de la Gloria, la puerta oeste y principal de la catedral dentro de un nártex. En 1211 se consagra dedinitivamente la catedral románica ya en el reinado de Alfonso IX de León.
El Maestro Mateo, último maestro de la catedral románica
Evolución

Medidas de la construcción románica
La nave principal mide de Oeste a Este 94 metros de largo en el interior.
Transepto 63 metros de Norte a Sur.
La altura máxima de las naves es de 20 metros.
Bóveda del crucero 32 metros.
Planta del siglo XII

Alzado y etapas de construcción

Sección longitudinal en el siglo XV

Puerta de las Platerías
Es la únca portada románica al exterior que conseva la catedral.
Tímpano de la derecha
Tímpano de la izquierda
Nave central
Bóveda de la nave central
Bóveda del crucero
Transepto
Arcos formero, triforio y bóveda de arista de la nave lateral
Nave lateral con bóveda de arista
Parteluz con Santiago Apóstol y vista del interior
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Codex Calixtinus
Jocundetur et letetur
Himno de Santiago compuesto por Don Guillermo, Patriarca de Jerusalén, para ser cantado después del Venite
Exultante
y jubilosa,
la reunión de los fieles
se agranda,
canta
y salmodia
al son de los instrumentos
la alegria espirtual.
En este día,
con pías melodías,
dan justas alabanzas,
celebramos,
acalmamos,
y glorificamos,
la fiesta de Santiago.
El mar y los astros,
el mundo alrededor,
proclaman su alegría.
Así hace nuestra reunión,
ya sea cantando,
ya sea escuchando
y se regocija
en la pura devoción.
Los alegres sones,
llenan los cielos
las voces sonoras
suben a lo Alto
la tierra resuena
en acción de gracias
el cielo resuena con alabanza.
Ninguna triseza,
reine entre todos,
solo la bondad
en este día de gloria;
exaltamos,
alabamos
y festejamos
la victoria de Santiago.
Que el mundo entero
se llene de gozo
y alegría,
esta fiesta nos lo enseña.
Un hombre tan ilustre
y digno
es un modelo para la humanidad.
Oh maravillosa,
oh admirable
y feliz fiesta
digna de nuestros cantos.
Oh increible,
oh venerable
y ejemplar solemnidad de Santiago.
A la Trinidad
al Dios único,
a su Poder,
sea gloria y alabanza.
Al que triunfa,
al que reina,
al que dispone
en su patria celeste. Amen.
Traducción propia e imporvisada. Hay que ser benevólos.