Las Nueve Musas

Las Musas de Villa Adriana

Historia

Las Musas son nueve diosas hijas de Zeus y de la titánide Mnemósine, la memoria. Según Hesíodo Zeus yació con Mnemósine nueve noches y cumplido el tiempo, aquella dio a luz en parto nóncuple, a las nueve musas. Los nombres, no aparecen antes de Hesíodo, se impondrán en la tradición clásica, desterrando a otros nombres y a otros números. La especialización de las Musas es un fenómeno del Helenismo a partir del S-II a.C.

Nombre
Significado
Actividad
Clío Κλειώ Gloriosa Historia y poesía épica
Euterpe Ευτέρπη Deliciosa Música
Talía Θάλεια Floreciente Comedia, poesía bucólica y pastoril
Melpómene Μελπομένη Celebrada en cantos Tragedia
Terpsícore Τερψιχόρη Deliciosa danzante Danza
Érato Ερατώ Adorable Poesía lírica
Polimnia Πολυμνία Cantora de himnos Himnos sagrados
Urania Οὐρανία Celeste Astronomía y Astrología
Calíope Καλλιόπη De bella voz Poesía épica y elocuencia

Todas ellas en conjunto, y cada una en particular, patrocinan y favorecen las actividades artísticas, especulativas y espirituales en general, así como la belleza, física y espiritual, como cifra de aquellas actividades, por lo que se emparejan frecuentemente con las Gracias, pero las Musas tienen mayor categoría, y mayor actuación concreta individual, aunque «todas escuchan cuando se pronuncia el nombre de una».

Nacen las Musas en Pieria (Macedonia, al norte del Olimpo) y se llaman por eso Piérides. Su residencia habitual es el Monte Helicón en Beocia. Asociadas con el dios Apolo, su segunda residencia habitual es el monte Parnaso, en la Fócide. En tercer lugar también está el Olimpo.

Representaciones en la Antigüedad

Las Musas se representaron en ciclos de esculturas y en sarcófagos, los romanos las adaptaron con entusiasmo como el conjunto procedente de Villa Adriana que está en el Museo del Prado.

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

Las Musas de Cristina de Suecia

Representaciones en el Renacimiento y Barroco 

Las Musas resurgen en el Renacimiento, a partir del Quattrocento se intentan reconstruir sus imágenes. Se las representa en el Parnaso junto con el dios Apolo como la obra de Nicolas Poussin de 1631 en el Museo del Prado.

Nicolas Poussin, El Parnaso, 1630 – 1631. Óleo sobre lienzo, 145 x 197 cm

Para saber más

RUIZ DE ELVIRA, Antonio, Mitología Clásica, Editorial Gredos, 2015

ELVIRA BARBA, Miguel Ángel, Arte y mito. Manual de iconografía clásica, Sílex, 2008

Obra comentada
Musa pensativa

 

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s